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¿Puede la construcción de una vivienda ayudar a evitar la propagación de enfermedades? Es algo sobre lo que posiblemente nunca habías pensado, pero la respuesta es un sí rotundo. En concreto, las casas pasivas son grandes aliadas para prevenir el coronavirus. Hoy veremos el porqué.

Como especialistas en el diseño y construcción de casas pasivas en Galicia y Asturias, en Método Crea sabemos de las ventajas de este tipo de casas. Si aún no las conoces, deberías saber que están construidas de manera que optimicen mucho más los recursos, para ser más eficientes y, al mismo tiempo, que son más ecológicas y reducen también las facturas de consumo de una vivienda.

¿Por qué las casas pasivas son mejores en pandemias como las del coronavirus?

El papel de las casas pasivas en el control de la propagación de virus como COVID-19 se basa en sus estándares de rendimiento de ventilación y filtración requeridos. Si bien hay muchas formas de diseñar la ventilación para cumplir con una variedad de objetivos de rendimiento, la ventilación con aire exterior es esencial para controlar la propagación de virus y diluir contaminantes en el aire.

El potencial de la ventilación para controlar la gripe transmitida por gotitas y aerosoles es muy alto. De hecho, llevar la ventilación a los niveles recomendados tiene el mismo efecto mitigante que una cobertura de vacunación del 50-60%. Esto implica que el diseño y la construcción basados en la ciencia pueden, de hecho, desempeñar un papel en el control de la propagación de virus en los edificios.

El papel de las casas pasivas en el control de la propagación de virus como COVID-19

Las casas pasivas también establecen altos estándares para la filtración de aire, pudiendo eliminar el 99.97% de las partículas que tienen 0.3 micrones de diámetro. Se ha demostrado que estos filtros eliminan el polvo, los vapores, las bacterias, los hongos y capturan efectivamente las partículas virales que pueden transmitir infecciones.

En resumen, las casas pasivas tienen un sistema de ventilación propio de tipo forzado que hacen que la casa siempre esté como recién ventilada.

Eso sí, los beneficios de controlar el entorno de un edificio van mucho más allá de prevenir la propagación de virus. De hecho, es el primer paso para reducir significativamente los costos de energía, reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire interior para todos.

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