Hay que tener en cuenta que prácticamente el 40% de la energía consumida en la Unión Europea corresponde a los edificios. Los estados miembros de la UE deberán tomar medidas efectivas para que a partir del 2018 todos los edificios públicos sean de consumo casi nulo y, a partir de 2020, lo sean el resto de los edificios.
¿Cómo se consigue que un edificio obtenga consumo casi nulo? Se debe actuar sobre una serie de aspectos, que van desde el diseño de la vivienda y su implantación en el entorno hasta el uso de materiales e instalaciones planteadas de forma que permita un ahorro energético importante.
Debemos minimizar las necesidades energéticas del propio edificio. Al igual que en las viviendas pasivas debemos de contar con un buen diseño arquitectónico que tenga en cuenta las condiciones climáticas y las particularidades del entorno ambiental.
Una vez planteado el diseño, proyectamos una envolvente dotada del aislamiento necesario instalado de manera precisa para eliminar los puentes térmicos y aprovechar la inercia térmica de los propios muros. Se debe poner especial atención en la hermeticidad de la vivienda, evitando filtraciones. Es necesario instalar carpinterías de altas prestaciones, con vidrios dobles o triples de baja emisividad.