Los avances tecnológicos de los últimos años han permitido crear materiales que, además de su función estética, nos ayudan con la higiene de la casa.
Hay que tener en cuenta que un alto porcentaje de nuestro tiempo lo pasamos en ambientes interiores, y la concentración de contaminantes en estos espacios es muy similar al ambiente que nos encontramos en el exterior.
Un ejemplo de estos materiales de los que hablamos son las encimeras antibacterias. Existe gran variedad de encimeras a las cuales se les aplican tratamientos específicos que las dotan de propiedades antibacterianas, reduciendo las bacterias en un 99,9%, lo que garantiza una higiene inalterable a lo largo del tiempo y una gran resistencia a las manchas y a rayones. Este tipo de tratamientos también se aplican a los aparatos sanitarios.
Existe también un material denominado KRION® que ha sido desarrollado por Porcelanosa, con el que se fabrican encimeras con propiedades antibacterianas sin ningún tipo de aditivos. Es un material cálido al tacto y similar a la piedra natural; no tiene poros, por lo que se puede utilizar para fabricar fregaderos que queden totalmente integrados en la propia encimera.
Otro ejemplo del que podemos hablar son las denominadas pinturas inteligentes, que además de la ayuda con la higiene aportan otras muchas propiedades. La nanotecnología ha permitido conseguir pinturas con características especiales, ya que incluyen en su formulación un agente fotocatalítico en forma de nanopartículas que se activan ante la radiación solar. Este tipo de pinturas pueden dar solución a los graves problemas de polución y contaminación que existen en las ciudades. Su funcionamiento podría semejarse al proceso de fotosíntesis de las plantas. La luz activa una sustancia provocando una reacción química denominada fotocatálisis.
Algunas de las características con las que cuentan este tipo de pinturas son las siguientes:
Anticontaminantes. Eliminan los compuestos contaminantes producidos por vehículos e industrias.
Desodorizantes. Transforman los materiales mediante su descomposición a nivel molecular en agua y dióxido de carbono. Descomponen los materiales y gases que generan el mal olor a nivel molecular, transformándolos en agua y dióxido de carbono. La aplicación es altamente eficaz en lugares dónde los malos olores son un problema como determinados procesos industriales, basuras, zonas de fumadores, etc.
Esterilización. Eliminan el 99% de las bacterias, convirtiéndolo en una excelente solución para evitar la propagación de infecciones de tipo respiratorio.
Autolimpieza. Tienen propiedades súper hidrófilas, por lo que se convierten en auto-limpiables, bien con el agua de lluvia si están en el exterior, o simplemente limpiándolas únicamente con agua. Reducen un 50% los costes de limpieza, de agua, de energía para limpiar, además de evitar el uso de químicos nocivos.
Protección rayos UV. Este tipo de pinturas cuentan con filtros especiales que protegen los muros de los rayos ultravioleta, así las fachadas exteriores conservan su color durante mucho más tiempo.
Recientemente hemos sabido que un grupo de investigadores de la Universidad de Strathclyde en Glasgow está trabajando una pintura inteligente que permite anticipar fallos estructurales y contenerlos. Esta pintura está basada en nanotubos de carbono de alta alineación y cenizas volantes, creadas por la combustión del carbón. Cuando los nanotubos en la pintura comienzan a doblarse, su conductividad se altera, lo cual sirve como primera indicación de un defecto estructural.