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Construcción pasiva

La construcción pasiva es una forma de entender la arquitectura que busca optimizar la eficiencia energética de la vivienda desde su diseño, minimizando las necesidades de climatización artificial y reduciendo al máximo el consumo energético.
Mediante una planificación cuidadosa, el uso de materiales adecuados y la incorporación de estrategias bioclimáticas, se consigue un confort térmico excepcional durante todo el año con una demanda energética mínima.

En nuestro estudio aplicamos los principios de la construcción pasiva como base de nuestros proyectos. Diseñamos hogares que no solo ahorran energía, sino que también ofrecen una calidad de vida superior, respetan el entorno y contribuyen a un futuro más consciente y responsable.

¿Qué es una vivienda pasiva?

Las viviendas pasivas son edificaciones que consiguen reducir en torno al 80% el consumo energético destinado a calefacción y refrigeración, ofreciendo espacios interiores más saludables, confortables y eficientes que una construcción tradicional.

Para alcanzar estos resultados, se siguen los requisitos establecidos por el estándar Passivhaus, que garantiza el máximo rendimiento energético y el bienestar de los ocupantes:

  • Demanda de calefacción: inferior a 15 kWh/m² al año.

  • Demanda de refrigeración: inferior a 15 kWh/m² al año.

  • Hermeticidad al aire: máximo de 0,6 renovaciones de aire por hora (r/h) bajo presión de ensayo.

  • Frecuencia de sobrecalentamiento: menos del 10% del tiempo anual por encima de los 25 °C.

  • Demanda de energía primaria renovable:

    • Passivhaus Classic: menos de 60 kWh/m² al año.

    • Passivhaus Plus: menos de 45 kWh/m² al año.

    • Passivhaus Premium: menos de 30 kWh/m² al año.

Beneficios de la construcción pasiva

Temperatura interior entre 20 y 22ºC constante en toda la vivienda.

Ausencia de puentes térmicos, condensaciones, moho y puntos fríos.

Ausencia o niveles mínimos de COVs.

Ausencia de olores gracias a la ventilación mecánica y sus filtros.

Humedad controlada en niveles entre 40% y 60%.

Aire limpio, sin polvo, ácaros, ni componentes químicos.

Mejor descanso (mayor oxigenación y menor CO2).

Confort acústico (ausencia de ruidos del exterior).

CO2 controlado (máximo de 800ppm).

Reducción en un 80% la factura de calefacción y refrigeración.

Para lograr las exigencias del estándar passivhaus es importante trabajar minuciosamente, tanto en fase de proyecto como en fase de ejecución, los siguientes puntos:

Diseño bioclimático
Un diseño óptimo combina factores como la compacidad del edificio, su orientación, la protección solar y la adaptación a la zona climática, maximizando así la eficiencia energética desde el primer trazo.

Aislamiento térmico
Se requiere un aislamiento térmico continuo, de baja transmitancia, que garantice temperaturas interiores de confort durante todo el año (entre 20 y 22 °C), reduciendo al máximo las pérdidas energéticas.

Eliminación de puentes térmicos
El tratamiento cuidadoso de toda la envolvente permite reducir significativamente los puentes térmicos, evitando pérdidas de temperatura, condensaciones y la aparición de mohos superficiales.

En Método Crea construimos casas pasivas

Carpinterías de altas prestaciones
Las puertas y ventanas deben cumplir criterios rigurosos en cuanto a transmitancia térmica, factor solar del vidrio y correcta instalación, ya que representan los puntos más vulnerables de la envolvente.

Ventilación mecánica con recuperador de calor
La ventilación mecánica de doble flujo recupera hasta un 90 % del calor del aire de extracción y lo transfiere al aire de impulsión, garantizando además una calidad de aire superior mediante filtrado de polvo, ácaros, polen y contaminantes.

Hermeticidad al aire
Un control estricto de la hermeticidad de la envolvente, tanto en su cara interior como exterior, es esencial para evitar flujos de aire incontrolados que alteren la humedad, temperatura y calidad del aire interior. El estándar Passivhaus exige no superar las 0,6 renovaciones por hora (0,6 r/h).

¿Qué es el certificado Passivhaus?

La certificación Passivhaus es un proceso que acredita que un edificio cumple con estrictos criterios de eficiencia energética, confort interior y calidad de ejecución definidos por el estándar Passivhaus.

Para obtener esta certificación oficial, el proyecto debe ser diseñado y construido siguiendo los principios del estándar, y posteriormente pasar una auditoría técnica realizada por un certificador autorizado, que verifica el cumplimiento de todos los requisitos mediante ensayos y mediciones específicas, como el test de hermeticidad.

Sin embargo, es posible construir una vivienda aplicando los principios Passivhaus —como la optimización del aislamiento, el control de puentes térmicos, la ventilación mecánica eficiente y la hermeticidad— sin someterse al proceso formal de certificación.

En ambos casos, el resultado es una vivienda de altísima eficiencia energética, confort superior y gran calidad de aire interior, aunque la certificación añade una garantía oficial que puede revalorizar el inmueble y certificar de manera independiente su excelencia constructiva.