Nuestros arquitectos son especialistas en la construcción de casas pasivas. Creemos firmemente en esta sistema de construcción y es el que recomendamos siempre a nuestros clientes que quieren tener un hogar eficiente, energéticamente barato y sano. En los últimos años se ha hablado mucho de las casas pasivas pero ¿sabes exactamente cómo funcionan? Y lo más importante, ¿merece la pena su construcción?
Es importante resolver esta duda. Nuestro equipo de arquitectos y constructores solo buscan lo mejor. Lo que queremos es que, cuando entregamos las llaves de una casa a un cliente, este sea feliz y no tenga problemas de ningún tipo en su casa. Eso no se puede conseguir abaratando costes, poniendo aislamientos de mala calidad o construyendo una casa fría. Como nos interesa la calidad y tu plena satisfacción, nosotros nos dedicamos a construir las mejores casas posibles: las casa pasivas.
Es decir, este tipo de construcción, que se basa en el estándard passivhaus requiere un poco más de inversión en ella que una casa tradicional, pero es una inversión que no es un gasto, porque se amortiza a la larga. ¿’Y cómo’? Si te estás preguntando esto es porque ya empiezas a intuir por qué merece la pena su construcción.
La construcción de una casa pasiva siempre merece la pena
La casa pasiva es una manera eficiente, sensata y respetuosa con el medio ambiente de construir. Es sensata porque sabe aprovechar el calor de la naturaleza y su brisa natural a favor del inmueble, no en su contra. Una casa pasiva respira por sí misma, lo que consigue que no tenga humedades. Una casa pasiva se calienta por sí misma y sin necesidad de calefacción, lo que consigue que no tengas que hacer grandes gastos en calefacción. Y es que ¿existiendo aire en el exterior y calor en el solo, por qué no recurrir a él?
Todo el proceso constructivo de una casa pasiva se articula para aprovechar al máximo estas dos cuestiones. Para empezar a explicar esta cuestión, te hacemos esta pregunta: ¿nunca has acercado la mano a la ventana de una casa vieja y has notado frío? Eso es porque la gran parte del calor de una vivienda se pierde por una mala elección de la ventana, por un mal aislamiento, por una mala tecnología o por espesores insuficientes. Así que si quieres ahorrarte esos incómodos catarros, ya sabes.
No os imagináis la cantidad de personas descontentas que han preferido ahorrar al máximo eligiendo casas baratas para luego acabar llamando a nuestros arquitectos Passivhaus consultando con cómo pueden repararla para ser felices en ellas. Si no invertís en vuestras casas acabaréis con ventanas malas que os provocarán frío e infelicidad. Pues bien, eso no pasa con las casas pasivas. Las ventanas de una passivhaus están pensadas no solo para que no entre el frío de fuera, sino para retener todo el calor del exterior.
Las casas pasivas aprovechan todo el calor de Asturias y de Galicia
Ahora que tenemos el calor que necesitamos dentro de nuestra casa, ¿cómo evitamos que se vaya y exprimirlo al máximo para nuestros fines? A ello colabora un aislamiento grueso y especialmente pensado para que se quede dentro. Con la combinación de unas ventanas excelentes y un aislamiento perfecto es cómo se consigue ese calor de hogar, sano y ecológico que de otra manera solo se obtendría usando calefacción.
Cuando contamos esto, nuestros clientes nos dicen: «ya, pero yo vivo en Asturas y ahí no hace tanto sol». A esto respondemos que no hay ningún problema, porque lo que introduce en casa y aprovecha es el calor del día. Tampoco hay que temer que la casa acabe convirtiéndose en un horno. El aislamiento elegido para tu casa pasiva en Asturias o Galicia (los lugares en los que construimos) respira; es decir, deja que el aire y el calor viciado se marche, de manera que, como decimos, la casa respira, dejando en el interior un ambiente cálido, hogareño e ideal.
Para conseguir mejorar este efecto, diseñamos unas instalaciones especiales que lo facilitan. En caso de necesitar un suplemento de energía, recurrimos a la instalación de energías renovables, que siguen suponiendo un adecuado ahorro y abaratamiento de la factura de la luz.
Entonces, ¿merece la pena la construcción de una casa pasiva en Asturias?
Así es. Por resumir todo este tocho de texto, las virtudes de una casa pasiva son que es capaz de mover el aire viciado al exterior por sí misma y de captar el calor del exterior. Esto significa un ambiente interior muy confortable y cálido sin necesitar calefacción (ahorro), lo que evita la aparición de humedades (ahorro) y suaviza la presencia de alergias, ácaros o enfermedades de la piel (bienestar). Lo interesante es que esa inversión inicial extra que hay que hacer sobre el precio de una casa convencional se acaba recuperando con el ahorro que llega de la factura energética.
Lo mejor de todo es que elegir una casa pasiva no afecta al diseño exterior o interior de la casa. No hay que hacer sacrificios, de manera que nuestros arquitectos podrán sentarse contigo para determinar cómo quieres que sea la casa de tus sueños ahora que ya sabemos cómo queremos que sea tecnológicamente.
De todos modos, esto no es más que un artículo meramente informativo. Si quieres conocer cómo funciona de verdad una casa pasiva y cómo puede adaptarse a tu presupuesto o a tus necesidades habitacionales, solo tienes que llamarnos y te daremos toda la información que necesitas. En Método Crea sabemos que estamos hablando de tu futuro hogar, de la casa pasiva en la que criarás a tus hijos, es por ello que te animamos a llamarnos, a visitarnos y a hacernos todas las preguntas que necesites. Muchas gracias por elegirnos.