El principal objetivo de las casas passivhaus es conseguir altos niveles de confort en el interior de la vivienda manteniendo siempre un consumo energético muy bajo. Para ello, el passivhaus está basado en unos criterios de diseño que permiten el aprovechamiento de la energía y la luz natural durante el invierno y la minimización de la incidencia solar durante el verano.
Para poder ser certificadas bajo el estándar passivhaus, las viviendas tienen que cumplir los siguientes requisitos básicos:
- Demanda de Calefacción <15 kWh/(m²a).
- Demanda de Refrigeración <15 kWh/(m²a).
- Demanda en Energía Primaria <120 kWh/(m²a). (Calefacción, agua caliente y electricidad)
- Hermeticidad < 0.6 renovaciones de aire por hora (valor con un diferencial de presión de 50 Pa).
Se trata de unos requisitos muy estrictos. Todos ellos son comprobados mediante ensayos y auditorías para garantizar que se cumplen los principios básicos de un diseño passivhaus.
El modelo de passivhaus hace prácticamente innecesaria la presencia de sistemas activos de calefacción.