Mejorando la salubridad del hogar: descubriendo las viviendas pasivas
En nuestra búsqueda por un estilo de vida más saludable, no debemos pasar por alto el entorno en el que vivimos. Nuestro hogar es nuestro refugio, pero ¿qué tal si pudiera ser más que eso? Las viviendas pasivas son una solución innovadora que promueve la salubridad y el bienestar en el entorno doméstico. En este artículo, exploraremos cómo estas viviendas pueden mejorar nuestra calidad de vida al proporcionarnos un ambiente más saludable y sostenible.
¿Qué son las viviendas pasivas?
Las viviendas pasivas son construcciones diseñadas para minimizar el consumo de energía y maximizar la eficiencia térmica manteniendo una calidad del aire interior óptima. Estas construcciones utilizan principios de diseño bioclimáticos y una envolvente altamente aislada para reducir la necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración convencionales.
Beneficios para la salud:
1. Calidad del aire interior
Las viviendas pasivas se centran en garantizar una óptima calidad del aire interior. Están equipadas con sistemas de ventilación mecánica con recuperador de calor que filtran el aire entrante y saliente de la vivienda no perdiendo temperatura y eliminando contaminantes, alérgenos y controlando el CO2 por debajo de 800ppp. Esto es especialmente beneficioso para las personas con alergias o enfermedades respiratorias, además de proporcionar un mayor descanso y un sueño más recuperador.
2. Temperatura y humedad controladas
Gracias a su excelente aislamiento, las viviendas pasivas mantienen una temperatura constante en el interior, lo que significa que no hay puntos fríos o calientes. Además, el control de la humedad mejora la sensación térmica, ayuda a reducir los consumos y evita la proliferación de moho y ácaros, mejorando la salud de quienes viven en la casa.
3. Reducción de productos químicos tóxicos
En las viviendas pasivas, se prioriza el uso de materiales de construcción ecológicos y de bajo impacto que además apoyado por la ventilación mecánica reduce y elimina la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros productos químicos tóxicos en el ambiente interior. Esto contribuye a un entorno más seguro y saludable para las personas que las habitan.
4. Confort acústico
La construcción sólida, bien aislada y hermética de las viviendas pasivas nos ayuda a reducir el ruido exterior y mejorar la acústica interior proporcionando un entorno tranquilo y sereno. Favoreciendo un mejor descaso y reduciendo el estrés, mejorando así la salud mental y proporcionando un equilibrio emocional.
Sostenibilidad y eficiencia energética
Además de los beneficios para la salud, las viviendas pasivas también son amigables con el medio ambiente. Al reducir significativamente la demanda de energía, ayudan a disminuir las emisiones de carbono y a preservar los recursos naturales. Las viviendas pasivas suelen estar equipadas con sistemas de energía renovable, como aerotermia y fotovoltaica, que permiten generar energía limpia y autosuficiente.
Invertir en una vivienda pasiva no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también contribuye al cuidado del planeta. Al proporcionar un ambiente saludable y sostenible, estas casas se convierten en espacios ideales para vivir y disfrutar de un estilo de vida equilibrado. Si estás buscando un hogar que priorice tu bienestar y el del medio ambiente, las viviendas pasivas son una opción que vale la pena considerar ¡Haz de tu hogar un refugio saludable!