La principal premisa que solicitaron nuestros clientes al encargar este proyecto fue conseguir, además de una distribución acorde con sus necesidades, un espacio exterior de disfrute que contase con un porche cubierto donde la madera estuviese presente.
Se crea una vivienda en forma de “L”, que delimita un patio trasero con un porche corrido donde el material que destaca es la madera, presente tanto estructuralmente, con pilares y pontones de cubierta, como en los acabados de suelo y fachada. Este material se mantiene también en el resto de alzados dando continuidad a la estética creada.
En el interior, y como nexo de unión con el estilo exterior, también encontramos la madera como material principal de cada estancia. El resultado son espacios amplios y funcionales, afines a los gustos de los clientes.