La pastelería Agarimo, en Foz (Lugo) disponía de un local muy grande que ya había sido utilizado anteriormente como negocio de hostelería pero que requería de una reforma integral en su parte pública para adaptarse a las necesidades y gustos de su nuevo propietario.
Tratando de respetar lo máximo posible la situación de las instalaciones existentes de fontanería, se generó una distribución del espacio claramente zonificado en 3 partes.
Por un lado, la entrada, la cual decidimos segmentar visualmente mediante el uso de dos pavimentos distintos, marcando zona de paso por un lado y zona de mesas por otro; esta última protagonizada por un banco de obra alicatado.
La segunda zona que nos encontramos es donde tendremos las dos barras; una para servicio de pastelería y otra de cafetería; así como un amplio espacio de mesas y sillas en dos alturas diferentes.
Por último, separado de este espacio mediante una estantería a dos caras, que nos sirve también para señalizar el escalón que nos lleva a esta última parte, tenemos otra zona de mesas y sillas acompañadas por un espacio destinado al público infantil; con una casita de madera y diversos juguetes y juegos.
Del interior de la pastelería “Agarimo” destacaríamos su carácter desenfadado en el que se combina mobiliario de distintos tipos, tonos y materiales con coloridos papeles pintados, alicatados, maderas y diversos libros y objetos decorativos que configuran un espacio agradable y divertido.